viernes, 17 de octubre de 2008

¡Pablo Ramírez, de drogadicto a Pastor!




Nació en 1962, en el departamento del Cesar. Terminó su primaria en 1978, cuando partió para Barranquilla, donde su padre trabaja como vigilante en colegio Liceo de Fátima, en el que inició sus estudios de secundaria.
Allí tuvo su primera experiencia con las drogas –cursaba noveno grado-, al dejarse influir por sus amigos. “Así empezó la destrucción de mí vida”, recuerda Ramírez. Después de ser un joven dedicado, con el tiempo paso a “ser prácticamente un indigente, tenia que robar para poder comprar los alucinógenos que consumía”. Vivió en las calles; sus allegados no lo reconocían, y un día casi pierde la vida por una sobredosis. Sus padres lo recogieron y lo internaron en la fundación Shalom Casa de paso, donde emprendió su rehabilitación.
Ramírez, quien pasó aproximadamente doce años de su vida en el bajo mundo, después de estar tres en terapias encontró en dicha Institución la cura para su adicción. De allí surgió su vocación –llamado de Dios- para ayudar a las personas narcodependientes. Su imagen a ido creciendo por la labor que desempeña y que acreditada por la Asociación de Pastores de Girardot.
El pastor José Fernando Ospina, comenta sobre Pablo Ramírez que “es una persona seria, emprendedora, tiene una gran visión y una proyección. Como todos sabemos parte de cero, inexperto, no enguanto en la experiencia de restauración sino en su preparación en obtener un pastorado”. Continúa su aprendizaje en teología, y los estudios bíblicos, en relaciones humanas, en capacitación integral, etc.
En su fundación “Manantial de Vida”, es respetado y admirado por sus “pupilos”, como suele decirle aquellas personas que tiene a cargo. También es cierto, que no es fácil manejar un grupo de más de setenta personas con problemas de narcóticos donde trabajan, producen; pero al mismo tiempo, reciben beneficios, “aunque se trabaja con las uñas”, según lo asegura.
“seguiremos a delante con la ayuda de cristo el salvador, que nos ilumina y nos da fuerzas para triunfar contra este flagelo infernal”, es la frase de batalla del aprendiz del Pastor.

No hay comentarios: